El Ourense pierde el liderato al empatar en Ferrol ante el Rácing (1-1)

Club Deportivo Ourense perdió el liderato al no pasar del empate a un gol en A Malata. El primer puesto es ahora para el Alondras que superó al Bergantiños en Carballo por 2-3. Ambos equipos están igualados a 72 puntos, pero el golaverage favorece a los de Cangas.

Fue una pérdida del liderato escenificado en tres actos: un primer tiempo de color rojillo, una segunda mitad de color verde hasta el minuto ochenta y diez minutos finales fulgurantes del Ourense. Tres versiones de un Ourense que ahora tendrá que estar a expensas de lo que hagan los del Morrazo para recuperar el liderato. Luisito realizó varios cambios en la alineación con respecto al equipo que venció al Estradense la semana pasada. Volvió al centro de la zaga Adrián Padrón desplazando al lateral izquierdo a Sergio y éste al banquillo a Claudio. También dejaron el once Matt Crowell y Quintairos dejando su lugar a Jaime Noguerol y Sanginés. Además de los cambios de hombres Luisito también apostó por un dibujo táctico distinto. El 4-1-2-1-2 se convirtió en un 4-2-3-1. Una disposición que busca fortalecer el centro del campo en detrimento de una mayor presencia en ataque.

Durante el primer tiempo asistimos a una óptima versión de los rojillos. Saltaron al campo con la idea de dominar el encuentro buscando llegar al área ferrolana sin especulaciones inútiles. También el Rácing salió con las mismas intenciones. Asistimos así a un partido disputado de poder a poder, jugado a buen ritmo pero también con bastantes imprecisiones en ambos equipos. En este período los rojillos fueron superiores. Estuvieron solventes en defensa y medio campo a la hora de detener las acometidas locales, sólo Carlos creó problemas por la banda derecha de los verdes. Mientras que la movilidad de Jaime y Mouriño permitieron crear varias ocasiones de gol desaprovechadas por la habitual falta de definición rojilla. Eder y el propio Jaime erraron dos muy claras que pudieron cambiar el signo del partido.

La buena cara de los ourensanistas no fue suficiente para ponerse por delante en el marcador. Era muy probable que el empate no sirviera para mantener el liderato. Se necesitaba una marcha más para intentar ganar el partido. Esa marcha extra que se demandaba llegó, pero no la imprimió Club Deportivo Ourense. Fueron los locales los que regresaron al terreno de juego con una mejor predisposición y mayor intensidad. A falta de buen fútbol con el que superar al Ourense se fueron arriba a base de empuje. Entramos en el segundo acto del partido. Con varias jugadas a balón parado, muy bien ejecutadas por Pablo Rey, se acercaron a los dominios de Pato, creando incertidumbre entre las filas rojillas. Finalmente en un córner, tras salvar la defensa una clara oportunidad de los locales tras colarse, otra vez, Carlos por el costado izquierdo de la retaguardia, llegó el gol del exourensanista Antonio. Sin hacer nada del otro mundo se vieron los racinguistas por delante en el marcador. Club Deportivo Ourense pagó muy cara su falta de tensión al volver de los vestuarios.

Si el empate no servía, la derrota menos. No quedaba más remedio que irse arriba a por todas. Todavía quedaba tiempo para intentar la remontada, casi media hora por delante. Luisito ya había percibido que el segundo tiempo no caminaba en la misma dirección que el primero. Tres minutos antes del gol Amilton había sustituido a un gris Sanginés. Después del gol reaccionó metiendo en el terreno de juego a Quintairos por un Jaime Noguerol luchador pero todavía lejos de su mejor forma. Cambios tácticos y nervios en los ourensanistas a los que podía la ansiedad por llegar rápido a la portería de Paco. En este tramo de partido sólo una ocasión clara de Eder, que después de superar al portero local en su alocada salida, envió el balón por encima del travesaño. El Rácing estaba más asentado y manejaba el partido con comodidad.

Cuando peor pintaban las cosas llegó el gol del empate. El inquieto e incisivo Amilton envió un centro al área al que no llegó Quintairos pero sí Eder en el segundo palo. Entramos así en el tercer acto de este encuentro. A falta de diez minutos el Ourense mostró su cara más osada, valiente y peligrosa. Con Yebra y Álex empujando por el centro, Amilton y Mouriño ejerciendo de extremos y Quintairos y Eder en la punta del ataque llegaron muchas y claras ocasiones de gol, más que en los ochenta minutos anteriores. A destacar un trallazo de Álex respondido por un paradón de Carlos, un fuera de juego pitado a Quintairos que no era (aunque no llegó a marcar), un chut de Amilton desde el interior del área que se va desviado y el colofón final en el minuto 94 cuando Campillo remata una falta estrellando el balón en el palo.

No estuvo mal el Ourense. Logró un empate en un campo complicado que en otro momento de la temporada habría sido muy positivo. Pero ahora sólo sirve para perder el liderato. Los rojillos mostraron una buena imagen en la primera mitad y en los últimos diez minutos, pero la laguna entre ambas costó el primer puesto, empañando además la clasificación para la fase de ascenso.

Una clasificación que nos intentarán vender como un gran éxito. Pero no nos engañemos. Para un club como el nuestro jugar la promoción no es más que una obligación. El verdadero éxito sería lograr el campeonato y ascender. La buena noticia es que todavía se pueden lograr ambos objetivos, o al menos el del ascenso. Pero llegar como primeros de grupo a la fase decisiva sería muy importante, por mucho que digan que ser primeros no garantiza el ascenso. Es cierto, no lo garantiza, pero lo facilita bastante, como pudimos comprobar en estas tres últimas temporadas.