La hora de la verdad

Llegó la hora de la verdad. El momento en el que se deciden las temporadas. Donde el trabajo de todo un año se verá recompensado o, por el contrario, aparecerá ante nosotros el temido “game over”. Ese que ya hemos visto las tres últimas temporadas en O Couto. Nos quedan tres finales y, esperemos, dos partidos más para acabar con la pesadilla y volver a Segunda B.

Tres finales que en principio no admiten error, a no ser que el Alondras también ponga de su parte. Lo mejor es que tenemos la sartén por el mango. Si ganamos los tres partidos seremos campeones, y si hay suerte quizás el viaje a Coruña en la última jornada sea una mera excursión. El calendario de los de Cangas es, en teoría, mucho más fácil. Jugarán ante Bergantiños y Rácing de Ferrol a domicilio y recibirán al Estradense en O Morrazo. Se medirán a dos equipos que luchan por evitar el descenso y a otro que no se juega nada. Mientras Club Deportivo Ourense visitará al Rácing de Ferrol y al Deportivo B, recibiendo en O Couto al Rácing Vilalbés. Dos equipos que se juegan entrar en la promoción y otro que no se juega nada. Teóricamente más complicado el nuestro, por lo que no se puede fallar para conquistar el campeonato.

Un campeonato que no da el ascenso, como dijo Luisito, pero que acerca bastante a él, amén de ser un honor inscribir en nuestro palmarés un nuevo título de liga. El último data de 1973 y ya toca otro. Y sin olvidar que el campeón juega la Copa del Rey, una competición donde con suerte puede conseguirse una buena inyección económica. Además el prestigio también importa.

Pero como decía antes, ser primeros acerca bastante al objetivo final del ascenso de categoría. Desde que se juega la fase de ascenso con este sistema de primar a los campeones con una eliminatoria directa entre ellos, que permite ascender a la mitad de una tacada, más una segunda oportunidad para los que resulten eliminados, vemos que, salvo en la primera temporada, el ascenso se logra mayoritariamente en esta primera ronda.

Así en la temporada 2008-09 ascendieron 14 campeones. Es decir, además de los nueve que lo hicieron de forma directa otros cinco dieron el salto. Sin embargo en las dos siguientes campañas tan sólo dos campeones más (uno por temporada) consiguieron ascender, evidenciando lo duro que es tener que superar dos eliminatorias a mayores. Resulta obvio que buena parte de las opciones de ascenso pasan por clasificarse como primero de grupo.

Por todo ello hay que salir a morir en Ferrol. Técnico y jugadores tienen que mentalizarse de que todo lo que no sea ganar no sirve. Hay que jugar dando por sentado el triunfo del Alondras, si después no ocurre pues miel sobre hojuelas. El Rácing no se juega nada pero tratarán de agradar a su afición y de demostrar que su mala temporada fue un accidente derrotando al líder de la categoría. Calidad tienen para ello. Para evitar que el Rácing y su afición se crezcan, Club Deportivo Ourense tiene que demostrar desde el primer minuto quien se juega algo importante. Mandar un mensaje claro e inequívoco a los jugadores locales de que no tienen nada que hacer viendo el ímpetu rojillo. Intensidad, fuerza y determinación desde el principio para evitar sorpresas y desactivar las ganas iniciales de los racinguistas.  El ejemplo a seguir es el del Cultural Areas. El equipo que consiguió romper el domingo pasado la racha de nueve partidos sin perder de los departamentales. A base de intensidad y agresividad consiguió derrotarlos y seguir vivos en la lucha por evitar el descenso de categoría. Ese es el camino.

Llegó la hora.