La porra del bar

Los sábados por la mañana siempre me ha gustado bajar hasta el bar. Tomar el café, leer la prensa y apostar en la porra. Una porra en la que siempre se juegan los partidos del Barcelona y Real Madrid. Ayer no era posible ya que jugaban entre ellos. El gran clásico del fútbol español que tantas pasiones mueve, incluida la mía como buen seguidor culé que soy. Ya que estamos aprovecho para felicitar a los madridistas por su victoria y próximo título de liga.

A lo que vamos. Este pasado sábado, para mi sorpresa, junto el Barcelona – Real Madrid aparecía el Ourense – Estradense. Estupefacto me quedé. Agradable sorpresa. La verdad es que esperaba cualquier otro partido de Primera División o uno en los que estuviera en acción Celta o Deportivo. Pero no. Mi amigo el tabernero optó por el equipo de su ciudad, de su tierra.

Real Madrid y Barcelona siempre han tenido legiones de seguidores, no sólo en Ourense, sino en toda España. Algunos de ellos, hablando en clave de Ourense, lo compatibilizan con el amor al equipo rojillo. La inmensa mayoría no. Y eso se aprecia en este pequeño detalle que acabo de relatar. Una simple porra que ilustra el ambiente futbolístico de esta ciudad.

El día que en la porra aparezca siempre el partido de nuestro Club Deportivo Ourense junto al que disputan Barcelona o Real Madrid estaremos en el camino de hacer algo grande. Cuando el fervor con los rojillos del aficionado al fútbol de esta ciudad esté al nivel del que muestran cuando juegan los dos grandes monstruos del fútbol español podemos soñar con las máximas cotas para nuestro club.

Llegar a este deseado punto será complicado y largo. Primero el equipo debe de dar una alegría a la ciudad en forma de ascenso. Pero también es labor de la directiva. Desde los altos estamentos del club deberían de mejorar la promoción (aunque para mejorarla primero tendrían que hacer algo) del club. Tendrían que metérnoslo por los ojos a la menor ocasión. La imagen de Club Deportivo Ourense debería de estar presente en todos los rincones de la ciudad. En una palabra vender la marca “Club Deportivo Ourense”. Dirán que para eso hacen falta unos medios económicos de los que no disponen. Pero yo les contestaría que primero habría que tener ganas de hacerlo.

Y ahora, que se avecina una nueva promoción de ascenso, tienen la oportunidad de inundar la ciudad y también la provincia con los colores rojo y azul. Ojalá que no dejan pasar esta oportunidad y que dentro de unos años en la porra del bar aparezca Club Deportivo Ourense y después cualquier otro.