Foto: Miguel Villar (La Voz de Galicia) |
Tarde perfecta la vivida ayer en O Couto, que culminó con el ascenso
de Club Deportivo Ourense a la Segunda
División B. Una vez en el estadio ya se intuía que algo
grande iba a suceder. Media hora antes de comenzar el partido el ambiente que
se vivía era el de las grandes ocasiones. Muchísima gente ya en las gradas y
grandes colas en las taquillas y para entrar en Preferencia, en Tribuna supongo
que igual.
Al final se tuvo que abrir Grada de Fondo ya que en las
otras dos gradas ya no cabía nadie más. Aquí patinó la directiva. La falta de previsión fue total y no fue la
cosa a mayores porque la afición de Ourense es muy civilizada. Muchos
aficionados que pagaron sus 10 euros se tuvieron que ir al Fondo, junto a otros
muchos que entraron sin pagar. Un borrón en una tarde ideal.
Con la temperatura ambiental por las nubes pudimos disfrutar
de un partido colosal de Club Deportivo
Ourense. Luisito apostó por el mismo once que bordó el fútbol en Laudio,
acertando de pleno. La alineación formada por Pato; Josu, Campillo, Sergio,
Claudio; Yebra, Álex; Sanginés, Mouriño, Jaime y Eder forma ya parte de la
historia de nuestro club.
Los primeros compases del partido fueron los mejores del
equipo vasco. Con la eliminatoria muy cuesta arriba salió a por todas desde un
principio, poniendo en apuros en un par de ocasiones a un segurísimo Pato. Poco tardaron los rojillos en
hacerse con el control del encuentro. Su fútbol combinativo comenzó a fluir en
las botas de Yebra, Álex, Sanginés, Jaime, Mouriño y Eder, desarbolando al Laudio. Las ocasiones comenzaron a
llegar sobre la portería de un acertado José Carlos que evitó dos goles en
sendos remates de Mouriño, mientras
Sanginés mandaba alto un balón suelto dentro del área visitante.
Todo iba sobre ruedas hasta que Sanginés la pifió. Empañó su buen final de temporada con una
absurda agresión a un jugador del Laudio. Con 60 minutos por delante el Ourense
tenía que aguantar con 10 jugadores. La verdad es que nunca se notó la falta de
un jugador. El Ourense estaba perfectamente asentado sobre el terreno de juego,
sin permitir la más mínima ocasión de gol a los visitantes. Siguió controlando
el partido con insultante autoridad y creando claras ocasiones de gol que no se
transformaron por la gran actuación del portero visitante y la falta de
fortuna.
La superioridad
rojilla se hizo todavía más evidente al comienzo de la segunda mitad. Hasta
tres claras ocasiones de gol (dos de Eder
y otra de Yebra) se sucedieron hasta
que el delantero vasco (el héroe de esta eliminatoria) llevó el éxtasis a O
Couto al superar con una bella vaselina a José Carlos, tras un fenomenal pase
de un inspiradísimo Jaime Noguerol.
El estadio estalló de gozo, sabedor de que el ascenso era ya un hecho. A partir
de este momento los cánticos y las olas se sucedieron en el abarrotado estadio,
concluyendo con una pacífica invasión de campo cuando el árbitro pitó el final
del encuentro.
Ayer se demostraron dos cosas. Que la afición está con Club
Deportivo Ourense y que este equipo tiene mucho futuro en la nueva categoría.
Imposible destacar solamente a dos o tres jugadores. Todos los que participaron
ayer estuvieron de 10. Hace mucho tiempo que no veía a unos jugadores pelear
tanto por un objetivo. IMPRESIONANTE.
El equipo y la afición han hablado. Ahora es el turno de los
dueños del club. Haciendo las cosas mínimamente bien tienen asegurado el apoyo
de la afición. Esperemos que no fallen.
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